El cerebro de los bebés y los niños pequeños
El cerebro de los bebés se forma en el útero y sigue creciendo significativamente desde el nacimiento hasta los 3 años, experimentando cambios estructurales y químicos que moldearán el futuro de un niño pequeño. La capacidad de un niño para oler, escuchar, ver, resolver problemas, interactuar socialmente, coordinar los movimientos y hablar depende de un cerebro saludable.
Mientras que las relaciones cálidas y amorosas y los entornos atentos y entretenidos son críticos para apoyar el aprendizaje, el lenguaje y la adquisición de habilidades, la nutrición también importa. Lo que alimentamos a nuestros pequeños puede brindarles una base estable o un punto de partida inestable para el aprendizaje, el comportamiento y la salud.
Nutrientes clave para un desarrollo cerebral saludable
Innumerables nutrientes benefician la salud de su hijo, pero 11 promueven el crecimiento saludable del cerebro, el aprendizaje y el desarrollo durante la primera infancia, según los AAP. Estos nutrientes son proteínas, zinc, hierro, colina, ácido fólico, yodo, ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (PUFAs) y vitaminas A, D, B6 y B12. Los bebés y los niños pequeños con lagunas nutricionales en su dieta que no obtienen suficientes de estos nutrientes críticos tienen menos posibilidades de tener una anatomía y un desarrollo cerebral óptimos.
Aquí hay algunas formas en que cada nutriente contribuye a la agudeza mental de su pequeño:
– La proteína es esencial para el crecimiento, el tamaño y la formación del cerebro.
– El zinc influye en el crecimiento de la materia blanca (tejidos profundos del cerebro) y ayuda a que las células nerviosas se «hablen» entre sí.
– El hierro es un mineral necesario para un desarrollo saludable de la anatomía del cerebro y puede ayudar a prevenir trastornos del aprendizaje.
– La colina es un nutriente vital para la memoria a largo plazo y ayuda a producir neurotransmisores.
– El ácido fólico contribuye a procesos que fomentan un desarrollo cerebral saludable y puede influir en la estructura del cerebro.
– El yodo ayuda a prevenir problemas con el crecimiento, el habla y la audición.
– Los PUFAs como DHA, EPA y otros ácidos grasos omega-3 ayudan con el movimiento de neuronas, un desarrollo cerebral saludable y el crecimiento y desarrollo de tejidos nerviosos.
– La vitamina A es necesaria para el crecimiento, el desarrollo y la salud visual.
– La vitamina D puede prevenir la inflamación que puede mantener el cerebro en buen estado.
– La vitamina B6 puede ayudar a mejorar la función cerebral.
– La vitamina B12 es necesaria para la división y el crecimiento celular en el cerebro, la formación del ADN y para ayudar a que los impulsos nerviosos viajen rápidamente.
Alimentos para mejorar el cerebro de los bebés y los niños pequeños
No hay necesidad de pensar demasiado en qué ofrecerle a su bebé para mejorar su poder cerebral. ¡Recuerde la regla: «lo bueno para el corazón es bueno para el cerebro»! Aquí hay siete alimentos para ofrecerle a su bebé o niño pequeño:
– Semillas de cáñamo: Pequeñas en tamaño pero grandes en nutrición, las semillas de cáñamo son excelentes fuentes de calorías y proteínas para apoyar los brotes de crecimiento y los ganancias musculares del bebé. Las grasas forman parte importante de las semillas de cáñamo, especialmente el ácido linoleico, un tipo de PUFA en el que dependen los bebés y los niños pequeños para tener una cabeza sana. ¡Pero no se preocupe! Aunque las semillas de cáñamo provienen de plantas de cannabis, no harán que su bebé se vuelva alto porque no tienen THC. Tampoco contienen CBD, como se ve en el aceite de CBD. Para una ingesta segura y fácil, muela las semillas de cáñamo en un polvo que pueda mezclarse con yogures (utilice yogur entero desde los 6 meses hasta los 2 años), sopas, salsas para pasta y cereales calientes.